Thursday, May 2, 2013

Desde Valencia, Venezuela una abuela de nombre Maria Teresa nos lo hace llegar a traves de Jennifer Storey

Día a día se nos va Venezuela. ¿Qué significará eso de Bolivariana?, a mi nunca me gustó, para mi siempre será Venezuela a secas porque eso de bolivariana me olía a engaño y sigue oliendo a engaño. Sigue siendo Venezuela a secas, como la de antes porque no quiero aceptar la bolivariana que tenemos hoy. La Venezuela del pasado, que quizás no era la mejor pero era más bella, la que me dejó un sabor dulce de compañerismo, hermandad, vecindad, compadre y comadre, la del panaquire y el panaburda, aquella Venezuela de lo más cagante, la Venezuela de ENTREN TODOS QUE CABEN 100 con todo y el cuatriboleao, también con el chino, colombiano, cubano y el musiú. No vivíamos en la zozobra, el miedo, la angustia ni rodeados de odio. Una Venezuela de misas de aguinaldos a las 5:00 am con sus arepitas dulces con anís, donde se esperaba la llegada de la luna sentados en las puertas de las casas con las calles abiertas, las cenas navideñas de los vecinos en el medio de la calle, las patinatas, los templetes, las serenatas, los hijos jugando en la calle el deporte de la temporada y jugando escondidos el juego del escondite y la policía librá junto con stop y solamente existían dos famosas peleas, los caraqueños con los demás habitantes de Venezuela que peleábamos porque no éramos del monte y culebra y los beisboleros de Los Leones y de Navegantes del Magallanes. Estaban los adecos y copeyanos que eran compadres hasta que se suspendía temporalmente el compadrazgo cuando venían las elecciones y se retornaba nuevamente ganara quien ganara y se quedaban debiendo la burla para la siguiente elección. Y existía el comunista, ese era el distinto, el etiquetado: ¿supiste que fulanita tiene novio?, si chica y es comunista. La hija de fulanita le salió comunista. Los comunistas eran raros, o sea, distintos, no se sabía en que ni por qué, pero era seguro que ya estaba en la Universidad y lo conectaron con las canciones de Alí Primera. Después se le quitaba lo comunista porque tenía que trabajar, ganar dinero para vivir en la zona de confort, cual capitalista. Nunca entendí eso, los comunistas viven como capitalistas y no le dan un centavo a nadie, pichirres y acumuladores como nadie, esmirriaos y llenos de libros viejos que solamente ellos entienden, la mala imitación del hippie sin los libros y sin el amor y paz, pero jamás me interesó averiguar esa incógnita del comunista que vive como capitalista, total, eso de comunista era una etapa, extraña pero etapa al fin, un episodio de vida. Era la Venezuela con el gran acontecimiento: LLEGÓ LA TELEVISIÓN A COLOR Y MARITZA SAYALERO GANÓ EL MISS UNIVERSO y luego otro gran acontecimiento, ganó el Miss Universo la siempre bella Irene Sáez. ¿Qué le pasó a Venezuela?, un mal día vino Chávez con el cuento de reivindicar a los pobres y exigiendo que odiáramos a los gringos. Muchos nos preguntábamos, ¿nosotros odiamos a los gringos?, ¿desde cuando?, pero si los comunistas usan los US KEDS. Yo no voy a odiar, a mi nadie me obliga a odiar a nadie. Vino Chávez a sembrar su odio particular, su resentimiento personal a todos los venezolanos y hoy no sé a quien hay que odiar, parece que el odio se extiende a todo aquel país y toda persona que no comulgue con su maldición, pero lo que si sé que tengo que odiar es la destrucción que le hicieron a Venezuela, a nuestra paz que nos quitaron tan vilmente, tengo que odiar ese ominoso, degradante y humillante odio que destila el petulante y arrogante Diosdado Cabello y la cúpula del gobierno que era previsible que nos dejara Chávez, porque nada bueno podía dejarnos semejante personaje diabólico. Veo por todos lados a los seguidores de Maduro, disfrutando de los golpes que le dieron a María Corina sin hablar de los de Julio Borges. Eso es odio puro, sembrado por Chávez y lo más asombroso es que lo sembró y lo cosechó en millones de personas, de los pendejos que apoyan fraudes y robos, enriquecimiento grosero y descarado y ni saben por qué. Pero tengo que odiar tanta maldad desplegada sin el menor recato ante todo aquel que se les oponga. Me quedo viendo todo y me quedo sin saber que decir. No odiaré, no lo haré, ni siquiera a Chávez que le hizo más daño a Venezuela después de muerto, que el daño que le hizo en 14 años estando vivo, ha sido superado con creces. Para la quinta paila, con el favor de Dios. Algún día se disipará la oscuridad en Venezuela y saldremos de esta maldición, no se sabe cuando, pero llegará y todos esos demonios se irán al infierno de donde nunca debieron salir y mi país volverá a ser el país de la gente bella, cordial y hermanada, sin imperialistas pero tampoco cubana, una Venezuela venezolana. Amén.

1 comment:

Anonymous said...

Qué artículo lleno de nostalgia y añoranza!!! Ojalá los mamertos (son los comunistas hipócritas), salgan pronto del poder. Venezuela nos dueles a todos los latinoamericanos!!!!