Un “Portu” por el mundo…
Un paseo por Aruba y
no mojarse en el intento
Aruba es considerada una de las isla “paradisíacas”
del Caribe, por su ubicación, por el color de sus playas, por tener bellezas
naturales que otros países no tienen y por dejar maravillosos bronceados.
Evidentemente, esto último sucede cuando viajas entre
los meses de abril y septiembre, porque si vas desde octubre a marzo, acontecerá
todo lo contrario.
Así es, durante mis vacaciones en el mes de noviembre de
2010, decidí ir a “One Happy Islad”, como es considerada Aruba por nativos y
turistas que la visitan, puesto que los comentarios escuchados y leídos la
catalogan como un excelente destino.
La verdad, lo es, sin embargo, nunca escuché que la
gente viajara en noviembre, porque es época de lluvia en la isla. En fin, un
grupo de amigos decidimos aventurarnos y pasar 5 días espectaculares fuera de
la metrópolis, el “smoke” y la bulla.
Llegamos a la isla y nos dejamos llevar por sus
bellezas. Sentir el calor, ver los pintorescos colores que tienen los edificios
y envolvernos en la cordialidad de la gente fue el inicio de nuestra atípica semana
de descanso.
Al salir del hotel, observamos que el cielo estaba
nublado, a punto de llover. No le prestamos atención y decidimos tomar nuestro
autobús que nos dejaría en todo el centro de la ciudad.
Al bajarnos, no podíamos creerlo: comenzó una
tormentosa lluvia que nos empapó por completo. ¿Qué podíamos hacer: Correr o
disfrutar? Pues disfrutar y refugiarnos en una tienda que vendía, por
casualidad, impermeables.
Compramos algunos, nos lo pusimos y a partir de allí
recorrimos toda la ciudad para conocer más de unas de las perlas del Caribe. Lo
más simpático es que tuve que botar los zapatos porque fue tanta la lluvia que
no hubo manera de que se secaran.
En los días consecutivos, no pudimos entrar en la
playa, porque el mar estaba picado y evidentemente era peligroso meterse y más
con el paso de la tormenta por el Caribe.
Sin embargo, decidimos realizar un tour, donde
abordamos un submarino que nos mostraría la flora y fauna marina de la
localidad. Fueron días excelentes, pese a la tormenta.
Recomiendo ampliamente visitar Aruba, compartir con su
gente y conocer una de las perlas del Caribe.