Mientras multitudes de seguidores aguardaban afuera de la Academia Militar en la que se celebraban los funerales, la ceremonia se realizó horas antes de que Maduro fuera juramentado como presidente encargado en un acto rechazado de antemano por la oposición.
“Viva Chávez”, gritaron los asistentes al término de la entonación del himno nacional.
Enseguida, el vicepresidente Nicolás Maduro colocó sobre el féretro de Chávez
la espada del libertador Simón Bolívar, que según el maestro de ceremonias compró el gobierno a familiares por 120 bolívares.
En grupos, los líderes asistentes realizaron guardias de honor alrededor del ataúd café, cubierto con la bandera venezolana.
La primera guardia de honor estuvo a cargo de sus más cercanos aliados en Latinoamérica: el presidente cubano Raúl Castro, el boliviano Evo Morales, el nicaragüense Daniel Ortega y el ecuatoriano Rafael Correa. Más adelante, el iraní Mamud
Amadineyad se sumó.
A la ceremonia también asistieron líderes religiosos, incluido el reverendo estadounidense Jessy Jackson, quien pidió al próximo presidente encargado Maduro que tenga la fortaleza y entereza necesaria para conducir a Venezuela y que pueda tender nuevos puentes con Estados Unidos.
Maduro agradeció la presencia de los jefes de Estado por haber “traído su amor más puro a este hombre más allá de las fronteras políticas y las ideologías”, a un Chávez que dijo que fue el hombre “más vilipendiado” del mundo.
“¡No pueden contigo!”, gritó Maduro con la voz quebrada y el llanto a flote.
Entre llantos y a gritos, un Maduro emocionado dijo que Chávez tenía desde adentro unos de los “escudos
más poderosos que puede tener un ser humano que es su pureza, su verdad, su escudo de pureza de amor de Cristo de Cristo, de hijo verdadero de Cristo”, que aseguró que lo salvó de “la injuria, de la infamia”.
Aquí está invicto, puro, transparente, único, verdadero, vivo para siempre, para todos los tiempos para este y todos los tiempos futuros. Comandante no pudieron contigo, no podrán con nosotros jamás, jamás podrán”, dijo conmovido el vicepresidente arrancando aplausos entre los presentes.
“Hemos roto el maleficio de la traición de la patria y
romperos el maleficio de la derrota”, acotó.
Agradeció también la presencia de una delegación de Estados Unidos, integrada por el representante demócrata Gregory Meeks y el ex representante William Delahunt.
“Nosotros queremos y amamos a todos los pueblos de nuestra América, pero queremos relaciones de respeto, de cooperación, de paz verdadera, nosotros queremos y así lo escribió el comandante Chávez, un mundo sin imperios, sin naciones hegemónicas”, dijo.
Queremos, añadió,
“un mundo de paz que respete el derecho internacional, que sea capaz de encontrarse para cooperar, para vivir, para ser justos en términos de igualdad y porque no puede ser posible si aquí está toda la voluntad de un mundo, toda la fuerza política de un mundo, y América Latina tiene la tareas histórica de hacer ese nuevo mundo, de unirnos en la diversidad”.
Chávez una relación ríspida con Estados Unidos a lo largo de su mandato que se extendió por 14 años.
Atrás quedaron las tensiones entre España y Venezuela, prueba de ello la asistencia del príncipe Felipe a los funerales de Estado y este momento, con Rosa Virginia, una de las hijas de Chávez. Foto: Prensa Miraflores
Afuera,
seguidores hacían largas filas rumbo a la academia militar en lo que se asemejaba un ejército de hormigas, debido a que casi todos iban vestidos de rojo, el color que identifica al partido del presidente.
Algunos ya se retiraban tras ver el cadáver que reposa desde el miércoles en la academia y caminaban por una avenida, el Paseo de los Próceres, adornada con grandes banderas con los colores amarillo, azul y rojo, colgadas de postes de alumbrado público, mientras en las aceras se acumulaban cientos de botellas vacías de agua.
Vendedores ambulantes ofrecen botanas y botellas de agua que se vendías a 10 bolívares cada una y que se consumen sin cesar.
Edgar Carvajal, de 50 años y quien trabaja en la filial venezolana de la empresa china de electrodomésticos Haier y que son parte de un programa social para el equipamiento de hogares de venezolanos de bajos recursos, comentó que
llegó a las 10 de la mañana y se encontraba detrás de unas 500 personas que hacían fila que avanzaba lentamente para ver al presidente fallecido.
“Se nos fue él, pero nos dejó a Maduro y
hay que confiar en Maduro, pero él tiene que cuidarse mucho de ese gran desabastecimiento que tenemos y los altos precios. El pueblo una vez que despertó no hay marcha atrás. Si Maduro se desvía el pueblo lo sacará”, añadió Carvajal.
Yanina Barrera, de 42 años, propietaria de una pequeña tienda donde se imprimen imágenes en camisas, comentó que “quedaron muchas cosas pendientes” que Chávez no tuvo tiempo de resolver.
“Me imagino que deben estar en la mesa para que Maduro la cumpla, como (resolver) el desabastecimiento y la criminalidad. yo vivo en el Cafetal (en el este de la capital), antes era tranquilo y ahora se escuchan tiros”, dijo Barrera.
Este rico país petrolero de 28 millones de habitantes se vestía el viernes con una pompa que no se veía desde fines de la década de 1980, sólo que ésta vez no por una celebración sino por el funeral del primer presidente muerto en tiempos democráticos.
La cantidad de invitados y la expectativa general ante el acontecimiento
no se veía desde febrero de 1989, cuando asumió la presidencia Carlos Andrés Pérez en un fastuoso acto al que asistieron como invitados desde Fidel Castro hasta el entonces vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle.
Un día después de que se anunciara la decisión de embalsamar el cuerpo de Chávez, quien murió el 5 de marzo tras dos años de padecer cáncer, la capital venezolana aguardaba
la última gran ceremonia para el dirigente.
Maduro, de 50 años, tomará juramento el viernes en la noche como presidente electo por la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo. Maduro será además el candidato oficialista en los comicios cuya fecha aún no se ha precisado.
Los 68 diputados opositores decidieron el viernes en bloque
no acudir a la sesión especial que convocó la directiva de la Asamblea Nacional para juramentar como presidente encargado del país al vicepresidente Nicolás Maduro alegando que ese evento representa una “violación al orden constitucional en Venezuela”.
El congresista Angel Medina, quien habló a nombre del bloque opositor, dijo a la prensa que no entendían por qué si la Asamblea Nacional tiene su sede en Caracas se convocó la juramentación de Maduro
para hacerla en una área del fuerte militar Tiuna, a un lado de la edificación donde está siendo velado el fallecido presidente Hugo Chávez.
“¿Por qué como Poder Legislativo autónomo debemos ser tutelados por militares del país e ir a un centro militar? Quisiéramos que s
e respetara la majestad de la Asamblea Nacional y que fuese en el propio Palacio Legislativo donde se produjera”, indicó el parlamentario al cuestionar al oficialismo por no permitir una sesión donde se pudiera hacer un debate.
Medina consideró la juramentación de Maduro como un “acto electoral”, y pidió a los invitados internacionales ver como el gobierno utiliza los actos funerales de Chávez como un evento de “campaña”, y el oficialismo está tratando de “acallar las voces críticas”.
Juristas consultados por la AP, como la ex magistrada Blanca Rosa Mármol, explicaron telefónicamente que tal juramentación es necesaria porque, de acuerdo con las leyes venezolanas, un vicepresidente en ejercicio no puede ser candidato a la presidencia.
FUENTE:NOTICIAS24