Hola!
Les reenvío
carta que escribió el Padre José Luis Lofrano, párroco de la parroquia Don
Bosco Altamira para todos los feligreses de la parroquia y aledaños.
En estos
momentos que vive nuestro país es importante que reflexionemos sobre el aquí y
el ahora, lo que esto significa, y las consecuencias que genera para nosotros y
nuestros hijos ser INDIFERENTES.
Enviada por
Reyna Arocha.
Subject:
Carta a los Cristianos
Date: Thu, 4
Apr 2013 11:18:58 -0430k
Queridos hermanos: Los acontecimientos vividos en la Cuaresma de este
año, tan importante y tan cuestionadora, me han hecho pensar en enviarles esta
carta donde expresarles los sentimientos que como pastor de esta pequeña grey
tengo en mi corazón.
Por momentos me siento como que la ola arrolladora del tiempo presente
nos está consumiendo y no nos está permitiendo pensar y dedicar un momento a la
toma de decisiones más importante en muchos años.
El santo Padre Francisco nos llama a salir de nuestras comodidades y
enfrentar el reto de ir a las periferias de la vida a buscar al alejado y al
que por sus decisiones ha hecho su camino en la dirección opuesta a nuestra
practica de fe.
Este es además un año bien importante, un año de la fe, que nos cuestiona
no solamente el tipo de fe que tenemos, su profundidad o su conexión con la
vida, sino que nos pone de frente ante la necesidad de encontrar caminos para
impregnar de esta fe todo nuestro derredor.
Nuestra vida no está haciendo mella en nuestro entorno y parece que otros
valores, no evangélicos, son los que están a la orden del día. Este mundo que
rodea nuestra vida no comulga con nuestros ideales.
Esto no solamente nos lleva a sentirnos como huesos fuera de puesto, sino
que además nos cuestiona profundamente al punto de pensar que la fe que
seguimos está muriendo o desaparecerá con nuestra generación...
Nuestra fe aparenta no tener nada que ver con nuestras decisiones
políticas y creemos que ese es un campo en el que los cristianos no tenemos una
palabra firme que expresar y por la que luchar.
El desprestigio que las generaciones anteriores aportaron y que en los
últimos tiempos ha precipitado a sus niveles más degradantes, nos ha llevado a
pensar que cualquier intervención en las decisiones de la "cosa
pública" está íntimamente ligada con la corrupción y el pecado social. Y
esto nos paraliza a la hora de levantar nuestra voz y luchar porque todo este
entramado se ilumine con la luz de Cristo Resucitado!
Esta Pascua es un tiempo decisivo: lo que no hagamos por nuestro país y
por su futuro cercano afectará irremediablemente todo el porvenir y nuestras
condiciones para seguir "ejerciendo" nuestra fe de manera libre y
objetiva.
Cosas tan simples como abstenerse de votar o no ir a hacerlo porque
nuestro voto no cuenta, o el proceso "está contaminado" es hoy por
hoy un pecado que clama a Dios. Quien se abstiene de hacerlo, sea cual sea la
razón que aduzca no solo cae en el círculo de los que no están interesados en
participar, sino que favorece con ello el que otros intereses llenos de mezquindad
se apoderen de las decisiones que a futuro nos coloquen entre aquellas naciones
donde "Cristo es un manipulador de conciencias con el opio de la
religión".
No puedo quedarme tranquilo pensando cómo se ha endiosado últimamente el
odio de clases y la pelea a como dé lugar, por apoderarse de los bienes de
todos usando el escapulario ajeno de los pobres. La Iglesia no ha hecho otra
cosa que trabajar por llevar la fe y el amor al hermano hasta las raíces
profundas de nuestra sociedad. Por eso apelo a más de 2000 años de lucha sin
cuartel por hacer verdad la palabra de Jesús: ámense como yo los amé. Y esto
significa que no puedo dejar que gente sin conciencia se asuma el rol de
destruirnos como nación cristiana, y esto usando a Cristo o comparando sus líderes
inyectados de odio, al buen Maestro del amor que fue el Señor.
A ti, que lees esta carta, a ti que participas en nuestras celebraciones
eucarísticas, te pido que tomes tiempo para acercarte a los que están en la
periferia de tu vida y llevarles el mensaje de compromiso político, con los
verdaderos valores del evangelio, con la hora actual. Que Dios no te pregunte
por haber actuado como Caín, donde dejaste a tu hermano.
Concluyo mi mensaje como lo hiciera el emérito obispo Mons. Ovidio Pérez
Morales. La Iglesia esta cuadrada con la Nación no con un partido ni una coalición
o un candidato. Queremos sentir que como familia de Dios que somos es El quien
debe dirigir los destinos de nuestra nación, es su inspiración la que debe
tener quien maneje los destinos de nuestro país por los próximos años.
Reflexiona, acompaña convenciendo, a quien se lo ha tomado a la ligera, y
ve a votar teniendo en tu mano la fuerza del Señor Resucitado.
Dios te bendiga.
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